“Y allí dónde el hombre con su sufrimiento, pierde la palabra,
un dios me ha permitido decir lo
que sobrellevo” Goethe
Sufrimiento y deseo
A cien años de su nacimiento, la imagen de Frida Kahlo transmitida al mundo pareciera estar íntimamente ligada a su padecimiento, al sufrimiento. En la sociedad de la televisión, los celulares con cámaras y los programas de Gran Hermano interminables, la cuestión de la mirada, el espectáculo del dolor y las miserias ajenas constituyen una ventana para muchos irresistible. Junto al sufrimiento padecido y probablemente gozado, Frida Kahlo convivió con su otra cara, tal vez más importante: su deseo.
“Sufrimiento y deseo están ligados uno al otro. Ambos implican un límite y un encuentro que da cuerpo al sujeto (…) Si el deseo y el sufrimiento están ligados, nos damos cuenta de que aceptar el riesgo del deseo implica tomar en la vida el camino del sufrimiento. De modo opuesto la palabra verdadera es la mediación primera, el lazo original entre el deseo y el sufrimiento: en ella el deseo experimenta el límite y la tentación de no creer más en el sujeto que lleva y que lo lleva y su transformación en goce, pues este límite corporal pone al sujeto en contacto con el otro que llega” Denis Vasse conceptualiza aquí un aspecto que me interesa poner de relieve en el caso de FK y que es la dualidad, la doble cara del dolor físico y emocional, y por otro el deseo inquebrantable de ser, superar su propio padecer librando una batalla contra sus limitaciones físicas, teniendo como arma y herramienta su pintura. De esa batalla nace la construcción de su propia identidad como mujer y como pintora. En ese sentido, tal vez haya un cuadro suyo realizado en 1932, titulado “…cómo imaginé que nací”, ( foto 1) en el cual se representa naciendo, de sí misma? La mujer que da a luz tiene cubierta su cara a la manera de una mortaja lo cual podría indicar que es su propia madre fallecida. O como lo escribe en su diario, comentando esta pintura, que ella “dio luz a sí misma”. Esta obra pequeña marca el inicio de una serie de pinturas en las cuales Frida irá desarrollando los hitos destacables de su vida, escribiendo sus memorias a través de sus cuadros.
Si la “palabra verdadera” es la mediación primera, el lazo original que une deseo a sufrimiento, ¿podríamos hablar de “palabra verdadera” o mejor dicho de “pintura verdadera” en el caso de FK? ¿Acaso a la distancia se nos presentan sus pequeños cuadros, como palabra verdadera? ¿Auténtica? ¿Singular?. ¿Y qué ocurriría si ubicáramos su obra al lado, en serie, con los murales de Diego Rivera, con toda su grandiosidad, su carácter por momentos anecdótico y literario? ¿Qué pintura se nos presenta, con el tiempo transcurrido, como auténticamente verdadera? ¿Ambas? ¿Qué contrasta entre ambas pinturas sino diferentes grados de humanidad? ¿Acaso Frida con los años se nos hace más humana? Es decir, ¿más verdadera…? ¿O simplemente en su condición de mujer Frida ha logrado expresar y decir en su propio estilo inconfundible lo que cualquier mujer sabe acerca del amor y del dolor y calla íntimamente?
Dice Raquel Tibol : “ Los óleos de los cuadros de Frida Kahlo se mezclan con la sangre de su monólogo interior” (FK 1983). Frida pinta con sus entrañas y ofrece a nuestra mirada el espectáculo de su dolor. Un dolor distinto al relatado en los murales de Rivera. En Frida no hay lugar para la solemnidad, ni para la declamación. Y ya al final de su vida cuando rinde homenaje en su obra a figuras tan cuestionables como Stalin, el resultado es pobre. Pierde precisión su pincelada, su minuciosidad de bordadora ha desaparecido.
. La explicación que se brinda tiene que ver con su enfermedad. Probablemente hacia el final de sus días, el dolor, las drogas, y el alcohol, no permitieron que conservara la lucidez y el dominio suficiente para mantenerse fiel a su estilo. Los autorretratos, los retratos y las naturalezas muertas son los temas dónde se siente a gusto y en dónde desarrolla toda su potencialidad creadora. En la persistencia y en la fidelidad a su deseo de ser encontramos la primera clave de su perdurabilidad en el tiempo como pintora, auténticamente original, desanudada de las modas políticas y de las otras. Escribe Picasso a Rivera en 1933 : ”Ni tú ni Derain ni yo, somos capaces de pintar una cara como las de Frida Kahlo”.¿Es este un reconocimiento a su talento, o a la diferencia entre un hombre que pinta y mujer que pinta?
La pérdida transformada en ganancia
Resulta interesante para este análisis puntuar aquellos hechos que a lo largo de su vida dejaron fuerte huella. Frida nace en 1907, si bien durante mucho tiempo ella hizo creer que su fecha de nacimiento era 1910, no por coquetería, sino para hacer coincidir su nacimiento con la revolución zapatista.
. A los dos meses de vida su madre vuelve a quedar embarazada de su hermana Cristina. Incapaz de amamantar a Frida, su madre la confía al cuidado de un ama indígena. El cuadro “Mi nana y yo” ( foto 2) pintado en 1937 testimonia este hecho y la importancia del mismo en su vida.
A los seis años de edad enferma de poliomielitis. A los dieciocho años sufre un accidente gravísimo en el colectivo en que viajaba del cual nunca se recuperará satisfactoriamente. Tiempo después iniciada su relación con Diego Rivera, sufre el primer aborto a los 23 años. Dos años más tarde, en 1932 aborta nuevamente y el 15 de setiembre muere su madre. En 1934 tercer aborto y descubre una relación secreta entre Diego Rivera y su hermana Cristina. En 1937 aloja al matrimonio Trostsky y tiene una relación amorosa con León Trotsky. En 1938 presenta una exposición exclusiva en la galería Julián Levy de New York. En 1939 se divorcia de Diego Rivera y a los dos años muere su padre. En 1943 trabaja de profesora en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda. Surge el grupo Los Fridos. En 1945 obtiene el segundo premio de la exposición anual del Palacio de Bellas Artes de México. En 1950 permanece nueve meses hospitalizada y sufre siete operaciones en un año. En 1953 exposición exclusiva de su obra en México. Sufre la amputación de su pierna derecha. En julio de 1954 participa en una manifestación por Guatemala a pesar de su salud deteriorada. El 13 de Julio de 1954 muere.
Dice Frida en 1937, dos años antes de su separación de DR “Sigo mal y seguiré peor, pero voy aprendiendo a estar sola y eso ya es una ventaja un pequeño triunfo”. Convertir la desventaja en ventaja, transformar la soledad en triunfo, desoir las voces de su cuerpo sufriente para convertir esas voces en un decir verdadero. Construir su propio destino. Dice Frida “Mi pintura transmite el mensaje del sufrimiento. (…) No es revolucionaria. ¿Por qué iba yo a creerme que es combativa? No puede decirse eso .La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo”.A fuerza de trabajo y más trabajo construyó su obra. Dice Linde Salber en su monografía “Frida Kahlo”: “Frida sólo comienza a tomarse en serio tanto su talento artístico como su efectivo despliegue cuando se percata de que la unidad que forma con Diego no es tan estable y segura como hubiera deseado. Es entonces cuando comienza a dirigir su amor hacia su propia obra. También tuvo que hacer frente a partir de ese momento a las facetas menos gratas que integran la vida de una persona entregada a su producción artística: el riesgo de fracasar, por ejemplo, lo cual vale tanto para la producción artística misma como para el intento de ganarse el pan con la venta de sus cuadros”
Fue necesario para desarmar, disimular tanto infortunio de su cuerpo sufriente, mutilado, clavado en el dolor, rebelarse y revelarse, revestirse y re-vestirse, minuciosa y prolijamente, cada día, cada mañana con el ritual de su peinado, de sus ropas tehuanas, de sus colores precolombinos, de su estudiado paso, de su postura y de su impostura. Así creó su propio misterio, su velo, su ser femenino en la puesta en escena de un gesto. Su propio gesto. Pequeño. Gracioso. Velado. ¿Qué es el gesto? “ ¿un gesto de amenaza por ejemplo? No es un golpe que se interrumpe. Es, al fin y al cabo, algo hecho para detenerse y quedar en suspenso. Tal vez lo complete después, pero como gesto (…) se inscribe en un antes. Esta temporalidad muy particular (…) nos permite distiguir entre gesto y acto. Con el gesto se aplica la pincelada a la tela. (…) ” (J.Lacan Seminario ll)
El pasaje de Carmen Rivera a Frida Kahlo
Frida es llamada al nacer Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón. Sin embargo en algunas de sus primeras obras firma como Carmen Rivera.¿ Qué encierra este pasaje del Carmen Rivera al Frida Kahlo? Lo que pudo parecer un dejarse llevar por la mano de Diego Rivera, deviene con los años en la afirmación de una potencialidad única y no sometida a ninguna regla más que las propias. ¿Cómo explicar la escasa influencia de alguien que como Rivera fue en vida de Frida el artista consagrado, el muralista, convocado y aplaudido por la sociedad de su época?
¿Qué sostuvo desde el trabajo plástico a esta pintora que paso a paso desarrolló su propia obra y se hizo nombre y apellido sin depender plásticamente de nadie?
Su antiguo novio Alejandro Gómez Arias escribe: “”Como pintora, Frida jamás le debió nada a Diego, quiero decir que Diego nunca fue su maestro, ni le corrigió nunca un dibujo (…) y en muchos campos era más bien lo contrario porque Frida tenía autoridad sobre él (…), mucha (…).Moral y artística (…)”
¿Qué prácticas, que deseo de decir y cómo decirlo la mantuvo aparte de las influencias de quien ella misma decía ser “uno solo”, “Diego-Frida”, “Diego-yo”?
Cualquier artista plástico sabe, que se está expuesto, y especialmente en los comienzos, en la formación, a la influencia de aquellos a quienes se admira. Algunos en algún momento toman un maestro, un referente. Se adhieren a un modelo y crecen y desarrollan a su sombra. En el caso de Frida, si bien ella admitía tener sus gustos y preferencias no tuvo modelo fuera de ella misma a quien seguir. Frida, fiel a su instinto, seguía a sus propias ideas sobre la pintura. Para ella Dalí ni siquiera era pintor, lo consideraba apenas un realizador de imágenes.Apreciaba la superioridad de un Monet frente a Renoir y se sorprendía de que en París no se valorara aún más la pintura de Derain. Es en sus comienzos y en algunos retratos dónde se manifiesta su admiración por la pintura europea, especialmente su reconocimiento al talento de Boticelli y El Bronzino por ejemplo, apreciable en sus primeras obras como “Autorretrato con traje de Terciopelo” de 1927 ( foto 3), o “Retrato de Adriana” de 1927 ( foto 4), pero en su período de madurez, adquiere un estilo propio, especialmente en sus autorretratos y naturalezas muertas. Si de influencias se trata, las constituyen su profundo sentimiento de identidad nacional, de amor a su tierra, a su querido México, a la cultura azteca . Y por qué no, al mismo tiempo con una clara conciencia de solidaridad internacionalista para con los pueblos y líderes en sus luchas de liberación social. Frida se mantiene sola, única, entregada a su trabajo como si de ello dependiera su vida. Y de algún modo fue así. Es a causa de su trabajo que realiza una producción de alrededor de 200 obras entre pinturas, dibujos, acuarelas y grabados. Y yo agregaría sus escritos, ya que su Diario merecería incluirse dentro de su obra no sólo por su autoría sino por su calidad literaria.
Retablos populares, exvotos, cuerpo de fe.
La originalidad de Frida Kahlo, su mezcla de ingenuidad y atrevimiento impacta al mundo entero ávido de descubrir lo exótico-latino mexicano como un objeto de consumo más. Países como México o Brasil son dueños de antiguas tradiciones en materia de pintura popular o literatura de cordel. La obra de FK se enraíza temática y culturalmente en la tradición de la pintura de exvoto y retablos populares. En ellas el cliente solicitaba al pintor del pueblo el relato a través de las imágenes de un suceso, de un milagro o prodigio que recordar o agradecer. Generalmente el milagro estaba referido a la sanación de una enfermedad, la salvación en un accidente o un hecho desgraciado. En el cuadro el beneficiado agradecía a su benefactor, santo o virgen, por su intermediación en el milagro. En estos cuadros es característica la presencia de una leyenda escrita o dedicatoria que refuerza en palabras la narración visual del milagro. Del mismo modo Frida escribe en muchos de sus cuadros leyendas, ironías, al modo de los retablos populares, los cuales a su vez tienen influencia de la pintura española del siglo XV y XVI en América. Es de esta fuente de dónde bebe y se nutre su obra. Y de su profundo amor por la cultura mexicana originaria. Obras que documentan este hecho son por ejemplo “El difuntito Dimas” (1837, foto 5), “El suicidio de Dorothy Hale” (1938) (foto 6), “Retablo” (1940) , “Henry Ford Hospital” (1932) (foto 7) entre otras. Son obras que por su formato pequeño, el material metálico sobre el cual fueron pintadas y el relato de una desgracia, revelan su inspiración en la pintura de retablo.
Sin embargo esta clave en su obra, debe completarse con otra cuestión que hace a su técnica como realizadora. Devela lo que tan forzosamente oculta y por el otro lado hace obra de lo que se empeña en ocultar en su vida cotidiana, su dolor, sus limitaciones. En la pintura se da a ver. Se revela con toda su crudeza haciendo decir a Diego Rivera:”(…) es la primera vez en la historia del arte que una mujer ha expresado con franqueza absoluta, descarnada y podríamos decir, tranquilamente feroz, aquellos hechos generales y particulares que conciernen exclusivamente a la mujer. Su sinceridad que quizá llamaremos a la par tierna y cruel, la ha llevado a dar de ciertos hechos el testimonio más indiscutible y cierto; por eso ha pintado su propio nacimiento, su amamantamiento, su crecimiento en la familia y sus terribles sufrimientos de todo orden, sin llegar jamás a la más ligera exageración o discrepancia de los hechos precisos, conservándose realista, profunda, como lo es siempre el pueblo mexicano y su arte, hasta en los casos en que generaliza los hechos y sentimientos, hasta llegar a una expresión cosmogónica de ellos (…)”. “Aunque su pintura no se extienda sobre las grandes superficies de nuestros murales, por su contenido en intensidad y profundidad, más que el equivalente de nuestra cantidad y calidad, Frida Kahlo es el más grande de los pintores mexicanos. (…) Es uno de los mejores y mayores documentos plásticos y más intensos documentos verídicos humanos de nuestro tiempo. Será de valor inestimable para el mundo del futuro”.
Mirar-pintar
Mucho se ha especulado acerca de su vida, sus actitudes provocadoras, su seducción. De lo que se trata en realidad es de no dejarse confundir y llegar a la médula de su ser y de su obra. Después del accidente gravísimo que casi le cuesta la vida, Frida permanece inmóvil en su cama, dos meses en el hospital y nueve meses más en su casa. Su madre, decide construirle un atril especial adosado a la cama para que pueda pintar acostada. Y en el techo le instala un espejo. ¿Broma cruel? ¿Sentido práctico? Frida convive día a día con el reflejo de su propia imagen en omnipresente espejo. Dice:” Frida, mira”. “Frida, mírate pues”. Imposible escapar. Su padre en ese período le trae sus primeros tubos de pintura. Comienza su trabajo frente al espejo, comienza a descubrir el color que se le hace indispensable. Objeto de sí misma, objeto de estudio, desdoblamiento de sí, observación de su cara todo el tiempo, de sus estados de ánimo, el autorretrato se instala con toda la fuerza de su necesidad. Maestría del retrato y del autorretrato de alguien qué exigía del cuadro la devolución de la mirada. No sólo era necesario mirar el cuadro, sino que el cuadro debía devolver la mirada al espectador. Dice Lacan al respecto.”¿Qué es la pintura?. Desde luego, no en balde hemos llamado cuadro a la función en la cual el sujeto ha de localizarse como tal. Pero cuando un sujeto humano se dedica a hacer con ella un cuadro, a poner en práctica ese algo cuyo centro es la mirada, ¿de qué se trata? En el cuadro, dicen unos, el artista quiere ser sujeto, y el arte de la pintura de distingue de todos los demás por el hecho de que, en la obra, el propósito del artista es imponerse a nosotros como sujeto, como mirada. Otros replican destacando la condición de objeto del producto del arte.(…) Ciertamente, algo que tiene que ver con la mirada se manifiesta siempre en el cuadro. Bien lo sabe el pintor, porque su elección de un modo de mirada, así se atenga a ella o la varíe, es en verdad su moral, su indagación su norte, su ejercicio. Aún en los cuadros más desprovistos de lo que se suele llamar mirada (…) acabarán viendo algo tan específico de cada pintor, que tendrán la sensación de la presencia de la mirada” (…) “El pintor (…) invita a quien está ante el cuadro a deponer su mirada, como se deponen las armas. “
Maestra Frida
Hacia 1943 Frida trabaja como profesora en la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda”. De entrada planteó a sus alumnos que ella era pintora y no profesora y que además de algunos rudimentos técnicos, no había reglas para aprender a pintar. “Frida formó a unos discípulos que en la actualidad figuran como los elementos más notables de la generación de artistas mexicanos. Siempre impulsó en ellos la preservación y el desarrollo de la personalidad en su trabajo al mismo tiempo que la necesidad de claridad social y política en las ideas” (Diego Rivera) Bajo la dirección de Frida varios de sus alumnos, autodenominados “Los Fridos” realizaron murales en el barrio de Coyoacan. Uno de ellos, la obra “Quiénes nos explotan y cómo nos explotan” medía 2,6m de largo por 1,78 de largo. Realizado por Guillermo Monroy, Arturo García Bustos y Arturo Estrada, del grupo “Los Fridos” , fue censurado y se lo intentó destruir debido a que “ el mural mostraba a la élite religiosa y política de la época oprimiendo al pueblo muerto de hambre” (Zavala) ( Foto 8).
Guillermo Monroy, en conversación con Hayden Herrera, biógrafa de Frida relata que suavizando sus críticas a los alumnos les decía :” Pero yo soy yo y tú eres tú. Es una opinión y puedo estar equivocada. Si te sirve, adelante, si no, déjalo.” No decía ni media palabra de cómo debíamos pintar ni hablaba del estilo, como lo hacía el maestro Diego Rivera. No pretendía explicar cuestiones teóricas.(..) Fundamentalmente lo que nos enseñaba era el amor por el pueblo y un gusto por e arte popular” (FK Linde Salber)
7. Palabras finales
A modo de cierre quisiera reproducir las palabras de Wolf Schon extraídas del libro de Linde Salber: Nadie desconoce el doble rostro que la mujer ha adquirido en la historia de la pintura, dominada por hombres; la polaridad entre el ideal de la pureza y el pecado de lujuria ha constituido incluso la base de todo acercamiento al género femenino. Frida Kahlo, al desenmascarar la ficción que se esconde tras esta polaridad entre la santa y la mujer fatal, y al transformar ese objeto de deseo en un sujeto con los atributos que naturalmente le corresponden, no solo merece el aplauso de los movimientos feministas. Ya Rivera, el gran muralista político que estuvo a su lado, reconoció que Frida Kahlo abre su pecho y su corazón para descubrir la verdad biológica de sus sentimientos.
A cien años de nacimiento tanto en la Argentina como en el resto de Latinoamérica el lugar de la mujer en la cultura y en el arte sigue siendo todavía un espacio a conquistar y a construir.
Nora León
Bs.As, Agosto 31 de 2007
Bibliografía consultada:
1- JAMIS, Rauda “ Frida Kahlo” Editorial Circe, Barcelona, 2003
2- LACAN, Jacques “Seminario 11” Paidos, Buenos Aires, 1999
3- SALBER, Linde “ Frida Kahlo” , Edaf, Madrid, 2006
un dios me ha permitido decir lo
que sobrellevo” Goethe
Sufrimiento y deseo
A cien años de su nacimiento, la imagen de Frida Kahlo transmitida al mundo pareciera estar íntimamente ligada a su padecimiento, al sufrimiento. En la sociedad de la televisión, los celulares con cámaras y los programas de Gran Hermano interminables, la cuestión de la mirada, el espectáculo del dolor y las miserias ajenas constituyen una ventana para muchos irresistible. Junto al sufrimiento padecido y probablemente gozado, Frida Kahlo convivió con su otra cara, tal vez más importante: su deseo.
“Sufrimiento y deseo están ligados uno al otro. Ambos implican un límite y un encuentro que da cuerpo al sujeto (…) Si el deseo y el sufrimiento están ligados, nos damos cuenta de que aceptar el riesgo del deseo implica tomar en la vida el camino del sufrimiento. De modo opuesto la palabra verdadera es la mediación primera, el lazo original entre el deseo y el sufrimiento: en ella el deseo experimenta el límite y la tentación de no creer más en el sujeto que lleva y que lo lleva y su transformación en goce, pues este límite corporal pone al sujeto en contacto con el otro que llega” Denis Vasse conceptualiza aquí un aspecto que me interesa poner de relieve en el caso de FK y que es la dualidad, la doble cara del dolor físico y emocional, y por otro el deseo inquebrantable de ser, superar su propio padecer librando una batalla contra sus limitaciones físicas, teniendo como arma y herramienta su pintura. De esa batalla nace la construcción de su propia identidad como mujer y como pintora. En ese sentido, tal vez haya un cuadro suyo realizado en 1932, titulado “…cómo imaginé que nací”, ( foto 1) en el cual se representa naciendo, de sí misma? La mujer que da a luz tiene cubierta su cara a la manera de una mortaja lo cual podría indicar que es su propia madre fallecida. O como lo escribe en su diario, comentando esta pintura, que ella “dio luz a sí misma”. Esta obra pequeña marca el inicio de una serie de pinturas en las cuales Frida irá desarrollando los hitos destacables de su vida, escribiendo sus memorias a través de sus cuadros.
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Foto 1: "Cómo imaginé que nací" |
Dice Raquel Tibol : “ Los óleos de los cuadros de Frida Kahlo se mezclan con la sangre de su monólogo interior” (FK 1983). Frida pinta con sus entrañas y ofrece a nuestra mirada el espectáculo de su dolor. Un dolor distinto al relatado en los murales de Rivera. En Frida no hay lugar para la solemnidad, ni para la declamación. Y ya al final de su vida cuando rinde homenaje en su obra a figuras tan cuestionables como Stalin, el resultado es pobre. Pierde precisión su pincelada, su minuciosidad de bordadora ha desaparecido.
. La explicación que se brinda tiene que ver con su enfermedad. Probablemente hacia el final de sus días, el dolor, las drogas, y el alcohol, no permitieron que conservara la lucidez y el dominio suficiente para mantenerse fiel a su estilo. Los autorretratos, los retratos y las naturalezas muertas son los temas dónde se siente a gusto y en dónde desarrolla toda su potencialidad creadora. En la persistencia y en la fidelidad a su deseo de ser encontramos la primera clave de su perdurabilidad en el tiempo como pintora, auténticamente original, desanudada de las modas políticas y de las otras. Escribe Picasso a Rivera en 1933 : ”Ni tú ni Derain ni yo, somos capaces de pintar una cara como las de Frida Kahlo”.¿Es este un reconocimiento a su talento, o a la diferencia entre un hombre que pinta y mujer que pinta?
La pérdida transformada en ganancia

. A los dos meses de vida su madre vuelve a quedar embarazada de su hermana Cristina. Incapaz de amamantar a Frida, su madre la confía al cuidado de un ama indígena. El cuadro “Mi nana y yo” ( foto 2) pintado en 1937 testimonia este hecho y la importancia del mismo en su vida.
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Foto 2 : "Mi nana y yo". |
Dice Frida en 1937, dos años antes de su separación de DR “Sigo mal y seguiré peor, pero voy aprendiendo a estar sola y eso ya es una ventaja un pequeño triunfo”. Convertir la desventaja en ventaja, transformar la soledad en triunfo, desoir las voces de su cuerpo sufriente para convertir esas voces en un decir verdadero. Construir su propio destino. Dice Frida “Mi pintura transmite el mensaje del sufrimiento. (…) No es revolucionaria. ¿Por qué iba yo a creerme que es combativa? No puede decirse eso .La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo”.A fuerza de trabajo y más trabajo construyó su obra. Dice Linde Salber en su monografía “Frida Kahlo”: “Frida sólo comienza a tomarse en serio tanto su talento artístico como su efectivo despliegue cuando se percata de que la unidad que forma con Diego no es tan estable y segura como hubiera deseado. Es entonces cuando comienza a dirigir su amor hacia su propia obra. También tuvo que hacer frente a partir de ese momento a las facetas menos gratas que integran la vida de una persona entregada a su producción artística: el riesgo de fracasar, por ejemplo, lo cual vale tanto para la producción artística misma como para el intento de ganarse el pan con la venta de sus cuadros”
Fue necesario para desarmar, disimular tanto infortunio de su cuerpo sufriente, mutilado, clavado en el dolor, rebelarse y revelarse, revestirse y re-vestirse, minuciosa y prolijamente, cada día, cada mañana con el ritual de su peinado, de sus ropas tehuanas, de sus colores precolombinos, de su estudiado paso, de su postura y de su impostura. Así creó su propio misterio, su velo, su ser femenino en la puesta en escena de un gesto. Su propio gesto. Pequeño. Gracioso. Velado. ¿Qué es el gesto? “ ¿un gesto de amenaza por ejemplo? No es un golpe que se interrumpe. Es, al fin y al cabo, algo hecho para detenerse y quedar en suspenso. Tal vez lo complete después, pero como gesto (…) se inscribe en un antes. Esta temporalidad muy particular (…) nos permite distiguir entre gesto y acto. Con el gesto se aplica la pincelada a la tela. (…) ” (J.Lacan Seminario ll)
El pasaje de Carmen Rivera a Frida Kahlo
Frida es llamada al nacer Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón. Sin embargo en algunas de sus primeras obras firma como Carmen Rivera.¿ Qué encierra este pasaje del Carmen Rivera al Frida Kahlo? Lo que pudo parecer un dejarse llevar por la mano de Diego Rivera, deviene con los años en la afirmación de una potencialidad única y no sometida a ninguna regla más que las propias. ¿Cómo explicar la escasa influencia de alguien que como Rivera fue en vida de Frida el artista consagrado, el muralista, convocado y aplaudido por la sociedad de su época?
¿Qué sostuvo desde el trabajo plástico a esta pintora que paso a paso desarrolló su propia obra y se hizo nombre y apellido sin depender plásticamente de nadie?
Su antiguo novio Alejandro Gómez Arias escribe: “”Como pintora, Frida jamás le debió nada a Diego, quiero decir que Diego nunca fue su maestro, ni le corrigió nunca un dibujo (…) y en muchos campos era más bien lo contrario porque Frida tenía autoridad sobre él (…), mucha (…).Moral y artística (…)”
¿Qué prácticas, que deseo de decir y cómo decirlo la mantuvo aparte de las influencias de quien ella misma decía ser “uno solo”, “Diego-Frida”, “Diego-yo”?
Cualquier artista plástico sabe, que se está expuesto, y especialmente en los comienzos, en la formación, a la influencia de aquellos a quienes se admira. Algunos en algún momento toman un maestro, un referente. Se adhieren a un modelo y crecen y desarrollan a su sombra. En el caso de Frida, si bien ella admitía tener sus gustos y preferencias no tuvo modelo fuera de ella misma a quien seguir. Frida, fiel a su instinto, seguía a sus propias ideas sobre la pintura. Para ella Dalí ni siquiera era pintor, lo consideraba apenas un realizador de imágenes.Apreciaba la superioridad de un Monet frente a Renoir y se sorprendía de que en París no se valorara aún más la pintura de Derain. Es en sus comienzos y en algunos retratos dónde se manifiesta su admiración por la pintura europea, especialmente su reconocimiento al talento de Boticelli y El Bronzino por ejemplo, apreciable en sus primeras obras como “Autorretrato con traje de Terciopelo” de 1927 ( foto 3), o “Retrato de Adriana” de 1927 ( foto 4), pero en su período de madurez, adquiere un estilo propio, especialmente en sus autorretratos y naturalezas muertas. Si de influencias se trata, las constituyen su profundo sentimiento de identidad nacional, de amor a su tierra, a su querido México, a la cultura azteca . Y por qué no, al mismo tiempo con una clara conciencia de solidaridad internacionalista para con los pueblos y líderes en sus luchas de liberación social. Frida se mantiene sola, única, entregada a su trabajo como si de ello dependiera su vida. Y de algún modo fue así. Es a causa de su trabajo que realiza una producción de alrededor de 200 obras entre pinturas, dibujos, acuarelas y grabados. Y yo agregaría sus escritos, ya que su Diario merecería incluirse dentro de su obra no sólo por su autoría sino por su calidad literaria.
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Foto 4: "Retrato de Adriana" |
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Foto 3: "Autorretrato con terciopelo" |
Retablos populares, exvotos, cuerpo de fe.
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Foto 5 : "El difuntito Dimas" |
La originalidad de Frida Kahlo, su mezcla de ingenuidad y atrevimiento impacta al mundo entero ávido de descubrir lo exótico-latino mexicano como un objeto de consumo más. Países como México o Brasil son dueños de antiguas tradiciones en materia de pintura popular o literatura de cordel. La obra de FK se enraíza temática y culturalmente en la tradición de la pintura de exvoto y retablos populares. En ellas el cliente solicitaba al pintor del pueblo el relato a través de las imágenes de un suceso, de un milagro o prodigio que recordar o agradecer. Generalmente el milagro estaba referido a la sanación de una enfermedad, la salvación en un accidente o un hecho desgraciado. En el cuadro el beneficiado agradecía a su benefactor, santo o virgen, por su intermediación en el milagro. En estos cuadros es característica la presencia de una leyenda escrita o dedicatoria que refuerza en palabras la narración visual del milagro. Del mismo modo Frida escribe en muchos de sus cuadros leyendas, ironías, al modo de los retablos populares, los cuales a su vez tienen influencia de la pintura española del siglo XV y XVI en América. Es de esta fuente de dónde bebe y se nutre su obra. Y de su profundo amor por la cultura mexicana originaria. Obras que documentan este hecho son por ejemplo “El difuntito Dimas” (1837, foto 5), “El suicidio de Dorothy Hale” (1938) (foto 6), “Retablo” (1940) , “Henry Ford Hospital” (1932) (foto 7) entre otras. Son obras que por su formato pequeño, el material metálico sobre el cual fueron pintadas y el relato de una desgracia, revelan su inspiración en la pintura de retablo.
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Foto 6: "El suicidio de Dorothy Hale" |
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Foto 7 : "Henry Ford Hospital" |
Sin embargo esta clave en su obra, debe completarse con otra cuestión que hace a su técnica como realizadora. Devela lo que tan forzosamente oculta y por el otro lado hace obra de lo que se empeña en ocultar en su vida cotidiana, su dolor, sus limitaciones. En la pintura se da a ver. Se revela con toda su crudeza haciendo decir a Diego Rivera:”(…) es la primera vez en la historia del arte que una mujer ha expresado con franqueza absoluta, descarnada y podríamos decir, tranquilamente feroz, aquellos hechos generales y particulares que conciernen exclusivamente a la mujer. Su sinceridad que quizá llamaremos a la par tierna y cruel, la ha llevado a dar de ciertos hechos el testimonio más indiscutible y cierto; por eso ha pintado su propio nacimiento, su amamantamiento, su crecimiento en la familia y sus terribles sufrimientos de todo orden, sin llegar jamás a la más ligera exageración o discrepancia de los hechos precisos, conservándose realista, profunda, como lo es siempre el pueblo mexicano y su arte, hasta en los casos en que generaliza los hechos y sentimientos, hasta llegar a una expresión cosmogónica de ellos (…)”. “Aunque su pintura no se extienda sobre las grandes superficies de nuestros murales, por su contenido en intensidad y profundidad, más que el equivalente de nuestra cantidad y calidad, Frida Kahlo es el más grande de los pintores mexicanos. (…) Es uno de los mejores y mayores documentos plásticos y más intensos documentos verídicos humanos de nuestro tiempo. Será de valor inestimable para el mundo del futuro”.
Mirar-pintar
Mucho se ha especulado acerca de su vida, sus actitudes provocadoras, su seducción. De lo que se trata en realidad es de no dejarse confundir y llegar a la médula de su ser y de su obra. Después del accidente gravísimo que casi le cuesta la vida, Frida permanece inmóvil en su cama, dos meses en el hospital y nueve meses más en su casa. Su madre, decide construirle un atril especial adosado a la cama para que pueda pintar acostada. Y en el techo le instala un espejo. ¿Broma cruel? ¿Sentido práctico? Frida convive día a día con el reflejo de su propia imagen en omnipresente espejo. Dice:” Frida, mira”. “Frida, mírate pues”. Imposible escapar. Su padre en ese período le trae sus primeros tubos de pintura. Comienza su trabajo frente al espejo, comienza a descubrir el color que se le hace indispensable. Objeto de sí misma, objeto de estudio, desdoblamiento de sí, observación de su cara todo el tiempo, de sus estados de ánimo, el autorretrato se instala con toda la fuerza de su necesidad. Maestría del retrato y del autorretrato de alguien qué exigía del cuadro la devolución de la mirada. No sólo era necesario mirar el cuadro, sino que el cuadro debía devolver la mirada al espectador. Dice Lacan al respecto.”¿Qué es la pintura?. Desde luego, no en balde hemos llamado cuadro a la función en la cual el sujeto ha de localizarse como tal. Pero cuando un sujeto humano se dedica a hacer con ella un cuadro, a poner en práctica ese algo cuyo centro es la mirada, ¿de qué se trata? En el cuadro, dicen unos, el artista quiere ser sujeto, y el arte de la pintura de distingue de todos los demás por el hecho de que, en la obra, el propósito del artista es imponerse a nosotros como sujeto, como mirada. Otros replican destacando la condición de objeto del producto del arte.(…) Ciertamente, algo que tiene que ver con la mirada se manifiesta siempre en el cuadro. Bien lo sabe el pintor, porque su elección de un modo de mirada, así se atenga a ella o la varíe, es en verdad su moral, su indagación su norte, su ejercicio. Aún en los cuadros más desprovistos de lo que se suele llamar mirada (…) acabarán viendo algo tan específico de cada pintor, que tendrán la sensación de la presencia de la mirada” (…) “El pintor (…) invita a quien está ante el cuadro a deponer su mirada, como se deponen las armas. “
Maestra Frida
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Frida en compañía de sus alumnos y amigos. |
Hacia 1943 Frida trabaja como profesora en la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda”. De entrada planteó a sus alumnos que ella era pintora y no profesora y que además de algunos rudimentos técnicos, no había reglas para aprender a pintar. “Frida formó a unos discípulos que en la actualidad figuran como los elementos más notables de la generación de artistas mexicanos. Siempre impulsó en ellos la preservación y el desarrollo de la personalidad en su trabajo al mismo tiempo que la necesidad de claridad social y política en las ideas” (Diego Rivera) Bajo la dirección de Frida varios de sus alumnos, autodenominados “Los Fridos” realizaron murales en el barrio de Coyoacan. Uno de ellos, la obra “Quiénes nos explotan y cómo nos explotan” medía 2,6m de largo por 1,78 de largo. Realizado por Guillermo Monroy, Arturo García Bustos y Arturo Estrada, del grupo “Los Fridos” , fue censurado y se lo intentó destruir debido a que “ el mural mostraba a la élite religiosa y política de la época oprimiendo al pueblo muerto de hambre” (Zavala) ( Foto 8).
Guillermo Monroy, en conversación con Hayden Herrera, biógrafa de Frida relata que suavizando sus críticas a los alumnos les decía :” Pero yo soy yo y tú eres tú. Es una opinión y puedo estar equivocada. Si te sirve, adelante, si no, déjalo.” No decía ni media palabra de cómo debíamos pintar ni hablaba del estilo, como lo hacía el maestro Diego Rivera. No pretendía explicar cuestiones teóricas.(..) Fundamentalmente lo que nos enseñaba era el amor por el pueblo y un gusto por e arte popular” (FK Linde Salber)
7. Palabras finales
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Foto 8 : Mural: "Quiénes nos explotan y cómo nos explotan" |
A modo de cierre quisiera reproducir las palabras de Wolf Schon extraídas del libro de Linde Salber: Nadie desconoce el doble rostro que la mujer ha adquirido en la historia de la pintura, dominada por hombres; la polaridad entre el ideal de la pureza y el pecado de lujuria ha constituido incluso la base de todo acercamiento al género femenino. Frida Kahlo, al desenmascarar la ficción que se esconde tras esta polaridad entre la santa y la mujer fatal, y al transformar ese objeto de deseo en un sujeto con los atributos que naturalmente le corresponden, no solo merece el aplauso de los movimientos feministas. Ya Rivera, el gran muralista político que estuvo a su lado, reconoció que Frida Kahlo abre su pecho y su corazón para descubrir la verdad biológica de sus sentimientos.
A cien años de nacimiento tanto en la Argentina como en el resto de Latinoamérica el lugar de la mujer en la cultura y en el arte sigue siendo todavía un espacio a conquistar y a construir.
Nora León
Bs.As, Agosto 31 de 2007
Bibliografía consultada:
1- JAMIS, Rauda “ Frida Kahlo” Editorial Circe, Barcelona, 2003
2- LACAN, Jacques “Seminario 11” Paidos, Buenos Aires, 1999
3- SALBER, Linde “ Frida Kahlo” , Edaf, Madrid, 2006